04 julio 2007

LECTURA RECOMENDADA

Aqui añado una lista de los libros y autores cuya lectura he realizado yo y recomiendo para una mayor comprension del proceso del embarazo, parto y posparto, cambios en la mujer y crianza de los hijos.


* EMBARAZO / PARTO:

La revolución del nacimiento
(Aut.: Isabel Fdez. del Castillo)












Nacer en casa
(Aut.: Sheila Kitzinger)










La vida fetal, el Nacimiento y el futuro de la Humanidad
(Aut.: Michel Odent)












El bebé es un mamífero
(Aut.: Michel Odent)













* PUERPERIO:

La maternidad y el encuentro con la propia sombra (Autora: Laura Gutman)








Puerperios y otras exploraciones del alma femenina
(Aut.: Laura Gutman)













* LACTANCIA Y ALIMENTACION:

Un regalo para toda la vida
(Aut.: Carlos González)













Mi niño no me come
(Aut.: Carlos González)












* CRIANZA:


Bésame mucho
(Aut.: Carlos González)










Mi bebé lo entiende todo (Autora: Aletha Solter)











Mi niño lo entiende todo (Autora: Aletha Solter)











Crianza, violencias invisibles y adicciones (Autora: Laura Gutman)












Educar para ser (Autora: Rebeca Wild)













Razones para educar en familia (Autor: ALE - Asoc. para la libre educación)

Vídeo-Documental "Por tu bien" Icíar Bollaín

Vídeo-Documental "Callate y Pujá"

Han retirado de Youtube el vídeo con el sonido original, aún así podemos seguir recibiendo el brutal mensaje de este galardonado documental sobre la violación del nacimiento.



El parto de mi segunda hija - Natural, Vaginal y Podálico



Voy a describir en un relato corto mi gran parto natural 100%, vaginal y de nalgas incompletas o podálico.

Estaba embarazada de A., todo sucedía de forma normal hasta que en la semana 32 o 33 mi bebé decidió darse la vuelta y ponerse en podálica.

Aunque tenía planeado un parto en casa con las matronas de Génesis, este hecho nos llevó a cambiar de decisión e intentar dar a luz y escapar de una cesárea en la Clínica Belén con Emilio Santos y ver si era posible un parto natural.

La nueva circunstancia dio un giro total a la situación y a mis sentimientos, apareció la inseguridad y el miedo, ¿sería entonces posible un parto natural y vaginal?, seguramente hasta el último momento no lo sabríamos, así que ahí comenzaron unas largas semanas de trabajo interno para reforzar la tranquilidad, seguridad y confianza. Gracias a todas las personas que aportaron su granito de arena, ninguno cayó en saco roto.

Probé con todas las terapias naturales que conocía para que A. se girara de nuevo a cefálica, postura de rezo mahometano, moxibustión, homeopatía, terapia cráneo sacral y nada dio el resultado que yo esperaba, y a la vez desesperaba porque los días pasaban y yo sentía que Alba así estaba a gusto, lo había elegido.

El parto

Habían pasado unos días después de la fecha probable de parto, y el 10 de Agosto de 2008 a las 23:00 h. se rompió la bolsa amniótica y se produjo un gran charco de aguas transparentes bajo mis pies, ahí perdí la esperanza completamente de que Alba girara, pero aun así me encontraba muy tranquila porque sabía que ocurriera lo que ocurriese en manos de Emilio siempre sería lo mejor y adecuado para nosotras.

Comenzaron las contracciones casi inmediatamente, bastante soportables y placenteras, en momentos se hacían regulares cada 10 min. Pero cuando me quedaba dormida se espaciaban, lo que me dejó descansar bastante.

Durante la mañana siguiente seguían las contracciones variando de intervalos de 5 a 10 min. pero subían de intensidad. A medio día ya me encontraba entrando en un estado menos consciente, no tenía muchas ganas de hablar ni comer, sólo esperaba cada contracción y en cada una de ellas hacía trabajo mental, repetía constantemente -”No hay dolor” “ábrete, ábrete”- mientras respiraba profundamente y al espirar pronunciaba la vocal “A” de forma sostenida y grave para simular la apertura del cuello del útero, lo que hacía que éste se relajara a pesar de la propia contracción.

A las 18 h. teníamos cita con Emilio para realizar una eco, ver la posición de A. y valorar la posibilidad de un parto vaginal, parecía que estaba de nalgas completas y todos los demás datos totalmente favorables, por entonces las contracciones eran cada 8 min. más o menos. ¡¡¡Parecía que habría parto natural!!!, aunque esperabamos que sucediera de madrugada o bien al día siguiente, cuando las contracciones fueran cada 3 min.

Llegamos a casa de vuelta sobre las 20 h. y a la media hora empecé a tener unas contracciones muy extrañas en las que sin quererlo me movía y retorcía, emitía sonidos como de empujar, mi pareja me miraba extrañado y le dije que cuando empujaba me aliviaba, cuando me dí cuenta de lo que estaba diciendo pensé que era muy raro ya que eso sólo podía ocurrir si estaba dilatada completamente ¡y eso no podía ser posible tan pronto! ¡ mis contracciones no eran tan intensas ni tan continuas, ni tampoco dolorosas! seguro que si empujaba me haría daño o algo así, eso no era normal... yo pensaba, así que decidimos ir a la clínica corriendo, algo raro pasaba, me puse de pié y sin quererlo me tiré al sofá a cuatro patas empujando, mi cuerpo mandaba sobre mí, me toqué la vulva y la tenía toda inflamada, ¡ahí había algo que quería salir!... -¡ahhhhh!!!!! ¡socorro!! ¡vámonos ya o la tengo aquí mismo!!!!

Mi pareja presa de los nervios me llevó como pudo al coche mientras yo me sujetaba con una mano la vulva y con otra los glúteos para hacer la presión contraria y no permitir que saliera la niña. En el trayecto en coche iba haciendo lo mismo y gritando como si fuera un animal, con una voz de ultratumba ....: -¡NOOOOOOOOOOOO, TODAVÍA NOOOOOOO, NO SALGAS AHORAAAAAAAAA...... GRRRRRRR!!!!!!! (mi cuerpo empujaba solo y me agarraba y apretaba para dentro) -¡NOOOOOOO, QUE NOOOOOOO!!!!, ¡qué lucha!.

Conseguí llegar a la clínica y cuando vi llegar a Emilio me sentí totalmente aliviada, era como mi ángel de la guarda, ahora ya si podía dejarme llevar por fin. Intentó hacerme un tacto y vio que ya estaba A. allí mismo, ¡no había tiempo!, como ya me era imposible subir a la planta superior, a la sala de partos naturales, se improvisó todo en el primer paritorio que había por allí, extendieron unos empapadores y me tiré al suelo. Empecé a gritar, desgarrándome la garganta, unos sonidos extraños como de animal, bestiales. Emilio estaba agachado con nosotros atendiendo el expulsivo, apenas sin tocar a la niña, mi cuerpo empujaba con cada contracción, oía de fondo al papá, feliz, diciendo: -¡Mira un pie, el culito, míralo, tócalo, es A., está ahí!-, a Emilio: -Venga, lo estás haciendo muy bien, date placer en cada contracción.. Casi destrozo a mi pareja, me abrazaba a su cuello y tiraba de él con todas mis fuerzas, tenía ganas de arañarle, morderle, gruñía, gritaba y empujaba, por fin cuando salió la cabeza sentí un alivio indescriptible, ¡ya está todo terminado!..., cuando vi esa cosita en el suelo, llorando, lamentándose... -¡Ay mi niña, mi amor..., ya está, ya hemos terminado, no llores!, ¡no llores mi amor!, ¡ay mi niña!.... y yo lloraba con ella... y recordándolo aún lloro.

A. nació el 11 de Agosto de 2008, a las 22:15 h. con un peso de 3,600 kg y 51 cm. de alto y yo sólo he recibido un puntito por un desgarro superficial.

No me canso de repetir GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS a todos los que me han apoyado y dado ánimos, seguridad y confianza. Y qué decir de Emilio, un gran profesional y mejor persona, gracias a él he tenido el parto soñado, gracias a su seguridad y tranquilidad, gracias a su vocación, volvería a parir con él sin dudarlo.

http://www.doctorsantos.com

Musicoterapia Prenatal


Durante el embarazo de mi primer hijo, escuchaba mucha música clásica, en especial algunas piezas de Mozart, la Primavera de Antonio Vivaldi, el Canon en re mayor de Johann Pachelbel, etc. sencillas, alegres y vibrantes, ahora le encanta esa misma música que escuchaba desde mi vientre, en momentos de ofuscación es la mejor forma para llevarle de nuevo a la calma.. un poquito de música. Ahí empezo a crecer mi curiosidad sobre los efectos de la música en la etapa prenatal.

Durante el embarazo de mi segunda hija asistí a varias sesiones de Musicoterapia Prenatal que ofrecían gratuítamente, como medio de estudio, Esther Santiago y Myriam Chiozza, durante esas semanas, cantamos, nos mecíamos al ritmo de las melodias que aprendíamos y conectábamos con nuestros bebes y por ende con nosotras mismas.

Supimos que la boca y la garganta de una mujer están intimamente conectadas con su aparato reproductor, por lo que el echo de abrir la boca, relajar la cara, y emitir sonidos graves y vibrantes relaja el cuello del útero y favorece la apertura de éste durante el parto, cosa que yo pude comprobar durante el parto de mi hija por lo rápido que fué, además de sin dolor. En cada contracción respiraba profundamente y expulsaba el aire lentamente pronunciando la vocal "A" de forma grave y sostenida, mientras visualizaba la apertura del cuello del útero para dejar salir a mi bebé.

Comprobamos lo fuerte de las energías cuando estas son dirigidas mediante nuestro canto a nuestros bebes, por lo que cada una de las mujeres que allí estabamos nos relacionabamos con esas pequeñas vidas de una forma tan intima, dulce y amorosa que les hacía más presentes y a nosotras más conscientes de lo importante de su situación y del respeto que les debíamos, porporcionándoles por ello un ambiente de lo más acogedor y cálido, precursor de lo que les esperaría fuera de él, los brazos de su madre.

Os dejo un artículo que he encontrado por internet de mis "maestras cantoras" para que veais cuánta sabiduría cabe en ellas... También podéis encontrar mucha más información y talleres a cargo de Esther Santiago en La Voz de la Maternidad y en Facebook Musicoterapia Prenatal

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El cuerpo humano funciona como una caja de resonancia que recoge los sonidos del ambiente y los transmite al cerebro que los modifica a través de las emociones y experiencias para luego vivirlos como agradables o desagradables. Ya desde la etapa prenatal, el feto se desarrolla en un universo lleno de sonidos: los sonidos vitales de la madre, el latido de su corazón, el ritmo de la respiración, la vibración del líquido amniótico, la circulación, su voz….

Hace tiempo se pensaba que el feto era una masa psíquicamente indiferente y que sólo después de nacer aprendería a utilizar sus órganos sensoriales. Hoy en día esta idea estática ha sido sustituida por una visión más dinámica según la cual el feto durante la vida intrauterina dispone de sentidos operantes y vive experiencias sensoriales. Podemos decir que el útero es un ambiente sonoro donde el feto madura su capacidad de oír, de interactuar y de contestar. El feto oye desde un principio por vía táctil, a través de los poros de la piel, y percibe los sonidos como vibraciones, luego desde el 5º mes de gestación también por el canal auditivo. El feto percibe tanto los sonidos interiores del cuerpo de la madre, como algunos de los sonidos exteriores del ambiente a su alrededor.

Entre los sonidos destaca el del corazón de la madre que percibe a unos 72 decibelios (para hacernos una idea 10 dB corresponden al movimiento de las hojas, 30 dB a una conversación normal, 110 dB al ruido de una motocicleta en marcha). La voz materna se coloca a la mitad entre los sonidos interiores y aquellos exteriores dado que la percibe tanto como un sonido exógeno, como endógeno a través de la transmisión ósea y de los órganos internos. El feto no reconoce las palabras pero percibe los trazados prosaicos del discurso, representados por altura, intensidad, timbre, duración de los sonidos emitidos. De hecho son estos elementos los que dan significado a una frase hablada; cuando hablamos, el canal de transmisión del significado viene dado por la música del lenguaje, por lo que el feto no discrimina las palabras pero reconoce el significado más profundo.

Ya Tomatis señaló a su tiempo como toda la existencia prenatal está acompañada por las voces de la madre y del padre, que con sus vibraciones estimulan de forma irrepetible el sistema neurosensorial del niño durante el transcurso de su formación.

La voz de los padres es para el niño una llamada a la vida además que una huella capaz de marcar la existencia en términos emocionales, afectivos y cognitivos. En la noche intrauterina encuentran su origen sus características temperamentales, en parte relacionadas con las estimulaciones motrices y tónico-fónicas de los padres, además de la predisposición a la adquisición del lenguaje que llegará en los dos primeros años de vida y se completará mas adelante.


La etapa prenatal

Investigaciones científicas en Medicina, Psicología, Biología y Genética, demuestran que el ser humano construye las primeras bases de su salud, de su equilibrio psíquico y de su inteligencia durante el periodo prenatal. Se ha demostrado que el bebé en el útero es un ser sensible, sociable, comunicativo, etc. y que empieza a educarse al mismo tiempo que se forma, a partir de las fuerzas de la vida que están en él /ella, teniendo como mediadora a su madre. En esta etapa de construcción temprana del vínculo, los padres tienen un papel esencial.

La creatividad en el embarazo

El embarazo es un estado idóneo para el desarrollo de diversas actividades inspiradoras y expresivas, reflejo del intenso proceso creativo que se lleva a cabo desde la concepción hasta el momento del parto. La música, la visualización, la danza, el canto, así como el desarrollo de diversas actividades artísticas, pueden ayudarnos a nutrirnos en este proceso de la mano de nuestras facultades no verbales y no racionales: visuales, imaginativas e intuitivas.

Entre los beneficios de trabajar la creatividad en el período prenatal destaca la activación del hemisferio derecho del cerebro, el cual, gracias a las investigaciones del doctor Michel Odent, se está comprobando que acerca a la madre a su parte más instintiva y primaria y a la producción de endorfinas, hormonas esenciales para el proceso del parto. A su vez, estos momentos de creatividad serán muy beneficiosos para el bebé, el cual se nutre de las vivencias de su madre durante el embarazo.

La expresión creativa, además, proporciona un marco idóneo para la expresión de los intensos sentimientos vividos en este período de grandes cambios.


La Musicoterapia Prenatal


El objetivo principal de la Musicoterapia Prenatal es la búsqueda de un estado de mayor armonización psicofísica que posibilite la aparición de cambios beneficiosos tanto para los padres como para el bebé.

Ésto se hace posible en cuanto que la Musicoterapia genera un espacio expresivo-comunicativo en el cual el proceso de "hacer", "producir" y "crear", contribuye a:

* la elaboración de sensaciones y emociones (alegría, miedo, ansiedad, angustia, etc.) propias de esta etapa,
* la toma de conciencia y aceptación de los cambios corporales, del desarrollo físico, psíquico emocional del bebé
* la construcción de un vínculo sano con el bebé.


El uso de lenguajes expresivos (sonoro-musicales) y del canto favorece la canalización del estrés, la ansiedad y demás aspectos psico-afectivos elaborándolos dentro de un marco creativo y contenedor. Asimismo, las técnicas corporales se utilizan para trabajar sobre el esquema y la imagen corporal lo cual conduce, al conocimiento y control del propio cuerpo. Esta primera etapa del abordaje, es necesaria y fundamental para que las mamás se sientan confiadas y seguras de sí mismas .

Las madres pueden, con la orientación del musicoterapeuta, establecer códigos de comunicación significativos con el bebé a través del uso, combinación y creación de sonidos, ritmos , melodías y canciones. La implementación sistemática de recursos sonoro-musicales favorece el vínculo con el bebé al tiempo que estimula su desarrollo mental, ya que progresivamente son capaces de reconocer y discriminar sonidos, así como también asociarlos a ciertos movimientos del cuerpo, estados de ánimo, etc.

El tiempo de la gestación es un momento particularmente privilegiado para cantar. Muy pronto la mujer siente el deseo de comunicarse con el ser que se desarrolla en ella y los reflejos arcaicos de la palabra van a surgir, muchas veces con sorpresa. En la escucha de los cambios de su cuerpo, un diálogo sutil se instala entre ella y el bebé.

La variedad de las melodías, además va a hacer mover el diafragma hacia el fondo del útero y a través del líquido amniótico. Los movimientos espontáneos durante las canciones, han permitido desarrollar todo lo que significa el ritmo y el balanceo a partir de las pulsiones biológicas que nos sostienen. Se sabe ahora la importancia de los balanceos a nivel del cerebro y el estímulo diferenciado para el líquido cefalo-raquideo. El niño está alojado en el centro de las resonancias y el balanceo materno. Los trabajos sobre la memoria oral en las tradiciones populares, permitieron afirmar que los balanceos bastante pronunciados a nivel corporal, con cambios de eje para el bebé, parecen aportarle un sentimiento de seguridad profunda en el eje lateral y excitar su córtex, facilitando la memorización de mensajes enviados en eje adelante-atrás.

En ese momento también, los cantos rítmicos serán muy importantes. Los ritmos sincopados del jazz, por ejemplo, recordarán al niño cómo se escuchaban el corazón de su mamá y el suyo, y se calmará.

Las sesiones de musicoterapéutia incluyen también a los padres; cuya presencia y participación , es importantísima para que la pareja transite el camino de ser padres, acompañándose, aprendiendo uno del otro y comunicándose con su hijo desde antes de nacer. En las sesiones hay siempre un espacio para los intercambios entre las personas del grupo , creando así un importante espacio de intercambio y apoyo.

Este acercamiento vocal y afectivo que crece mes a mes, va a permitirles tanto a los padres como a los bebés reconocerse inmediatamente después del nacimiento. Es el momento para una mamá y un papá “que cantan” de ofrecer al bebé “su” canción. Esa que ellos eligieron durante los cursos, la que cantaban en su casa a dos voces, esa que será para siempre el fundamento de la intimidad de los tres.

Es maravilloso ver cómo se calma la respiración del bebé cuando sus padres cantan junto a él. Se distiende, abre los ojos, escucha con todo su cuerpo y abre las manos como antenas para captar el sonido.

Espléndida manera de saludar a la vida que llega!

...el niño está alojado en el centro de las resonancias y el balanceo materno.

Bibliografía:
• Aucher M.L., En corps chanté, Paris, Editions Hommes et Groupes, 1987.
• Aucher M.L., L'homme sonore, Paris, Epi Editeurs, 1984.
• Benassi E., Il suono e la musica agli albori della relazione madre-bambino, in Educazione Prenatale, n° 1, Pavia, Editore Bonomi, 1996.
• Benassi E., Musica e preparazione alla nascita, in Emozioni in musica, Assisi, 1996.
• Benenzon R., Aplicaciones clínicas de la Musicoterapia, Buenos Aires, Editorial Lumen, 2000.
• Bertín, M. A., La educación prenatal natural. Ediciones Mandala, Madrid, 2005.
• Friedman R., La música para el niño por nacer. Amarú Ediciones, Salamanca, 1997.
• Odent, M., La cientificación del amor : el amor en la ciencia, Editorial Creavida, Buenos Aires 1999.
• Tomatis A.A., De la communication intra-utérine au langage humain, Parigi, Editions Scientifiques Francaises, 1991

Esther Santiago y Myriam Chiozza

El método madre canguro


El método madre canguro (MMC) es la atención a los niños prematuros manteniéndolos en contacto piel a piel con su madre.

Se trata de un método eficaz y fácil de aplicar que fomenta la salud y el bienestar tanto de los recién nacidos prematuros como de los nacidos a término. Sus principales características son:

- contacto piel a piel temprano, continuo y prolongado entre la madre y el bebé;
- lactancia materna exclusiva (en el caso ideal);
- se inician en el hospital y pueden continuarse en el hogar;
- los bebés pequeños pueden recibir el alta en un plazo breve;
- las madres que se encuentran en su hogar precisan de apoyo y seguimiento
adecuados;
- se trata de un método amable y eficaz que evita el ajetreo que predomina por norma
general en una sala de pediatría ocupada por bebés prematuros.

Los primeros en presentar este método fueron los doctores Rey y Martínez en Bogotá, Colombia, donde se desarrolló como alternativa a los cuidados en incubadora, inadecuados e insuficientes, dispensados a recién nacidos prematuros que habían superado dificultades iniciales y que necesitaban únicamente alimentarse y crecer.

Casi dos décadas de aplicación e investigación han dejado claro que el MMC constituye algo más que una alternativa a los cuidados en incubadora. Se ha puesto de manifiesto que el MMC repercute eficazmente en el control de la temperatura, la lactancia materna y el desarrollo de vínculos afectivos referidos a todos los neonatos, al margen de su entorno, peso, edad gestacional y situación clínica.

La experiencia e investigación en materia de MMC a las que se ha otorgado mayor difusión provienen de los centros de salud donde comenzaron a dispensarse tales cuidados con la ayuda de profesionales sanitarios capacitados. En el momento en que la madre adquiría confianza en los cuidados que estaba proporcionando a su bebé, seguía dispensándolos en su hogar con el asesoramiento de profesionales
que efectuaban controles frecuentes, lo que permitía efectuar un seguimiento especializado.

Las pruebas relativas a la eficacia y la seguridad del MMC se refieren únicamente a los recién nacidos prematuros sin problemas médicos, los denominados neonatos estables. La investigación y la experiencia demuestran que:

- el MMC equivale, cuando menos, a la atención convencional (en incubadora) en lo
que respecta a la seguridad y la protección térmica, si ello se calcula a tenor de la mortalidad;
- al facilitar la lactancia materna, el MMC ofrece ventajas considerables en casos de morbilidad grave;
- el MMC contribuye a la humanización de la atención neonatal y a potenciar los
vínculos afectivos entre la madre y el hijo en países de bajos y altos ingresos;
- en ese sentido, el MMC constituye un método moderno de atención en cualquier
entorno, incluso en los lugares donde se dispone de costosas tecnologías y se tiene
acceso a una atención adecuada;
- el MMC nunca se ha evaluado en el entorno del hogar.

Determinados estudios de investigación y observación en curso están evaluando la eficacia en el uso de este método en situaciones en las que no se dispensan cuidados intensivos a neonatos ni se tiene acceso a centros de referencia, y en las que los profesionales sanitarios están debidamente capacitados.

En dichos entornos, el MMC previo a la estabilización pueden representar la mejor opción de supervivencia.

Los principios y la práctica del MMC pueden ser válidos asimismo para un contacto piel a piel intermitente, siempre y cuando se ofrezcan cuidados adecuados a los recién nacidos prematuros y con bajo peso al nacer durante el periodo en que se les separe de sus madres. Se ha demostrado que dichos contactos piel a piel intermitentes resultan beneficiosos si se complementan con una atención en incubadora apropiada. Las orientaciones relativas al contacto piel a piel pueden aplicarse para calentar a los neonatos aquejados de hipotermia o para mantenerlos calientes durante el traslado al centro de referencia.

Más informacion:
Organización Mundial de la Salud - Método Madre Canguro

Recomendaciones de la OMS

Los diez principios del Cuidado Perinatal que la OMS señaló en la reunión fueron:

El cuidado del embarazo y parto normales debe:

  1. Ser no medicalizado, lo que significa que el cuidado fundamental debe ser provisto utlizando el número mínimo de intervenciones que sean necesarias y se debe aplicar la menor tecnología posible.
  2. Ser basado en el uso de tecnología apropiada, lo que se define como un conjunto de acciones que incluye métodos, procedimientos, tecnología, equipamiento y otras herramientas, todas aplicadas a resolver un problema específico. Este principio está dirigido a reducir el uso excesivo de tecnología o la aplicación de tecnología sofisticada o compleja cuando procedimientos más simples pueden ser suficientes o aún ser superiores.
  3. Ser basado en las evidencias, lo que significa avalado por la mejor evidencia científica disponible, y por estudios controlados aleatorizados cuando sea posible y apropiado.
  4. Ser regionalizado y basado en un sistema eficiente de referencia de centros de cuidado primario a niveles de cuidado terciarios.
  5. Ser multidisplinario, con la participación de profesionales de la salud como parteras, obstetras, neonatólogos, enfermeras, educadores del parto y de la maternidad, y cientistas sociales.
  6. Ser integral y debe tener en cuenta las necesidades intelectuales, emocionales, sociales y culturales de las mujeres, sus niños y familias y no solamente un cuidado biológico.
  7. Estar centrado en las familias y debe ser dirigido hacia las necesidades no solo de la mujer y su hijo sino de su pareja.
  8. Ser apropiado teniendo en cuenta las diferentes pautas culturales para permitir y lograr sus objetivos.
  9. Tener en cuenta la toma de decisión de las mujeres.
  10. Respetar la privacidad, la dignidad y la confidencialidad de las mujeres.

Estos principios aseguran fuertemente la protección, la promoción y el soporte necesario para lograr un cuidado perinatal efectivo. Estos están siendo incorporados en los materiales técnicos así como también en las herramientas de monitorización y evaluación de la Oficina Regional Europea de la OMS.

Formas de cuidado que deberían ser abandonadas

  • No permitir a las mujeres que tomen decisiones acerca de su cuidado.
  • Participar a los médicos en la atención de todas las mujeres.
  • Insistir en el confinamiento institucional universal
  • Dejar a las madres sin atención durante el trabajo de parto.
  • Rasurado de rutina.
  • Enema rutinario.
  • Monitoreo fetal electrónico rutinario sin determinación de pH en cuero cabelludo
  • Restricción de la posición materna durante el trabajo de parto
  • Episiotomía rutinaria
  • Repetir la cesárea en forma rutinaria luego de cesárea anterior.
  • Inducción del parto en forma rutinaria antes de las 42 semanas.
  • Uso de sedantes /tranquilizantes de rutina
  • Uso rutinario de guantes y mascarillas en las unidades de cuidados del recién nacido
  • Separar a las madres de sus hijos cuando estos se encuentran en buen estado de salud.
  • Administración de agua/glucosa en forma rutinaria a los niños amamantados.
  • Lactancia con restricciones.
  • Distribución sin cargo de muestras de fórmulas lácteas.
  • Prohibir las visitas de los familiares.

Formas de cuidado que reducen los resultados adversos del nacimiento

  • Proveer apoyo psicosocial a las mujeres.
  • Contacto madre-hijo irrestricto.
  • Escaso beneficio de una tasa de cesárea superior al 7%.
  • Posición levantada durante el trabajo de parto.

Prácticas en el Control prenatal recomendadas para el personal de salud que realiza control prenatal

Nutrición

  • Recibir ácido fólico antes del embarazo y durante el primer trimestre
  • Suplementación con Fe solamente si éste está indicado, sabiendo que un nivel de hierro más bajo considerado habitualmente como indicador de anemia, es fisiológico durante el embarazo
  • Abandonar las evaluaciones tradicionales perinatales con score de riesgo, ya que las mismas no pueden predecir quiénes desarrollarán complicaciones. En lugar de esto, observar a las mujeres que no se encuentren en riesgo, permaneciendo vigilantes en todo momento ante cualquier signo fuera de lo normal. Una clasificación de "riesgo" debe ser flexible y abierta a ser revisada.

Atención médica

  • Reducir el número recomendado de consultas prenatales para las mujeres con embarazos normales con el fin de disminuir el exceso de medicación y de hospitalización.
  • Reducir el uso rutinario de exámenes ecográficos durante el embarazo a solamente "con indicación" o a una ecografía (alrededor de las 18 semanas) si se prefiere.
  • Minimizar la cantidad de pruebas de tamizaje durante las consultas. Exámenes de sangre, presión arterial y exámenes de orina para pesquisar proteinuria son esenciales además de la medición de la altura uterina. Los demás estudios deben realizarse solamente si están indicados.
  • Entender la sensibilidad y especificidad de cualquier prueba diagnóstica utilizada. No indicar pruebas que no tengan indicación clínica clara.

Cuidado psicosocial

  • Proveer preparación durante el embarazo, parto y para la paternidad. Brindar adecuada preparación e información como parte del cuidado. Incluir compañías que la mujer elija en esta preparación. Reconocer que los padres tienen necesidades propias como individuos y no solamente como compañeros o acompañantes de la pareja.
  • Evaluar factores de riesgo sicosociales potenciales que puedan influir en la mujer y su familia. Es útil utilizar una escala como la Escala ALPHA para estos fines.
  • Proveer a las madres de la historia clínica de su embarazo y parto. Las madres guardan estos documentos para asegurarse que los mismos van a estar disponibles siempre que los necesiten.
  • Brindar a las mujeres información basada en evidencias científicas, y estimular su participación en las decisiones acerca de su cuidado.
  • No sentirse obligados, en ningún momento del embarazo o el nacimiento, a brindar cuidados que no estuvieran basados en evidencias científicas, aunque éstos cumplieran con los intereses de la madre y el niño, y fueran requeridos por la mujer o su familia.
  • Ofrecer un enfoque individualizado acerca de la atención en todo momento.
  • Alentar el desarrollo de protocolos locales de atención.

Alimentación del Niño

  • Estimular la lactancia materna como el mejor método para alimentar al niño. No recomendar ninguna preparación para las mamas, ya que ésta no es efectiva.

Recomendaciones para la Atención Intraparto Primer estadio

  • Uso del partograma para registrar y monitorear el progreso del trabajo de parto. Limitar los exámenes vaginales para evaluar el progreso realizándolos cada 4 horas en trabajos de parto normales y cada 2 horas cuando se llegue a la línea de alerta del partograma.
  • Minimizar la cantidad de intervenciones durante el trabajo de parto; particularmente evitar la introducción de cualquier dispositivo dentro de la vagina. Estimular una política de "manos libres".
  • Abandonar el uso de rasurado y enema.
  • Estimular la deambulación durante el trabajo de parto.
  • Usar el estetoscopio fetal para monitorear la frecuencia cardíaca fetal.
  • No restringir líquidos durante el trabajo de parto, y permitir que las mujeres con trabajos de parto que progresan normalmente, ingerir comidas livianas si las necesitan.

Apoyo psicosocial

  • Proveer cuidado permanente durante el trabajo de parto y no dejar a la mujer sola.
  • Estimular la presencia de una persona que la mujer elija para que la acompañe durante el trabajo de parto y el parto. Proveer "doulas" (acompañantes entrenados) en el caso de ausencia de una persona, y estimular su presencia además de la presencia de la familia, si la mujer lo requiriera. Notar que los padres no siempre son la compañía adecuada para apoyar a sus parejas, y que ellos también pueden beneficiarse de recibir un apoyo adecuado.
  • Usar un sistema rotativo de parteras para facilitar el trabajo en los momentos de mayor actividad.
  • Respetar la privacidad de las mujeres y su dignidad en todo momento durante el embarazo, el parto y el post parto.
  • Ser sensible a las necesidades culturales y las expectativas de las mujeres y sus familias.

Período expulsivo

  • Usar una posición levantada si la mujer lo elige durante el parto. Evitar el uso de la posición supina para el parto, y particularmente la posición de litotomía (con las piernas levantadas). Abandonar las camas de parto tradicionales para los partos normales. Usar una cama standard si se elige una cama para el parto.
  • No realizar episiotomía de rutina (o perineotomía o incisión mediana).
  • No suturar rutinariamente los desgarros o los cortes menores: las pequeñas heridas pueden usualmente cicatrizar solas. Suturar cuando esté indicado.
  • No realizar exámenes del cuello después del parto en forma rutinaria excepto que exista evidencia de hemorragia.
  • Las tasas de cesárea deben ser entre 5% y 15% en cualquier institución, dependiendo del nivel de atención.
  • Usar la tecnología más sencilla disponible en lugar de técnicas sofisticadas si esta tecnología está apoyada por evidencia fuerte acerca de su utilidad.
  • Usar el método de Misgav Ladach (Starr) para la cesárea cuando sea posible.
  • No aumentar los costos en cuidados que no sean esenciales; una compañía para brindar apoyo durante el trabajo de parto es esencial, no un lujo. Los costos de cuidados que no son necesarios (por ejemplo, televisión en las habitaciones) pueden ser cubiertos por la iniciativa privada.

Manejo del dolor

  • Evitar el uso de medicación durante el trabajo de parto. Para el manejo del dolor se deben usar preferiblemente métodos no farmacológicos, como la deambulación, el cambio de posición, masajes, relajación, respiración, acupuntura, y otros.
  • Evitar la analgesia epidural como un método de rutina para calmar el dolor. Preferir la anestesia espinal/epidural a la anestesia general en la cesárea.

Recomendaciones para establecer un buen contacto madre - hijo

Nacimiento:

  • Ubicar al bebé sobre el abdomen de la madre y secarlo inmediatamente. Animar a que la madre participe. Quitar esa toalla y tapar a la madre y al niño con una segunda toalla que se encuentre seca. Mantener la cabeza del bebé tapada para minimizar la pérdida del calor.
  • Cortar el cordón una vez que hayan cesado las pulsaciones del mismo mientras el bebé se encuentra con su madre, siempre y cuando no exista una hemorragia significativa.
  • Incentivar el cuidado materno piel a piel con su bebé durante al menos las primeras dos horas después del parto, así como todo lo que sea posible durante el postparto inmediato y posteriormente.

Promover el amamantamiento:

  • Incentivar la alimentación al niño cuando el mismo esté dando señales de que está listo para recibirla, mostrando salivación, movimientos orales, llevándose las manos a la boca y moviéndose hacia el pecho materno. No forzar la alimentación hasta que el bebé no esté listo.
  • No separar al bebé de su madre en las primeras horas después del parto. Intentar realizar todos los exámenes necesarios para el recién nacido normal en la cama de la madre, en lugar de utilizar una mesa examinadora apartada.
  • Retrasar la realización de los exámenes que no sean necesarios. Realizar los exámenes con la madre y el niño juntos; demorar la hora del baño por 6 horas o más.
  • Demorar la profilaxis de la conjuntivitis gonocóccica, para evitar que el contacto visual madre - hijo se vea alterado. Luego del nacimiento buscar los momentos apropiados, para dar la vitamina K, BCG y realizar la profilaxis de la conjuntivitis gonocóccica contra la gonorrea. (en aquellas instituciones donde esté indicado).

Recomendaciones para los cuidados postparto

Promover el contacto madre - hijo y el amamantamiento:

  • Seguir las guías de la Iniciativa del Hospital Amigo del Niño para la alimentación infantil: incentive la exclusividad del amamantamiento a demanda desde el nacimiento y evite cualquier suplemento para el bebé que contenga agua, glucosa, o sustitutos de leche materna.
  • Ofrecer el alojamiento conjunto para todas la madres y bebés las 24 horas del día.
  • Incentivar el contacto piel a piel durante la estadía postparto en el hospital.

Apoyo psicosocial.

  • Permitir la libre visita de los miembros de la familia que la mujer elija durante el postparto.
  • Es ideal ofrecer comodidades para que un miembro de la familia pueda acompañar a la madre durante la noche.

Alta

  • Utilizar un criterio flexible en cuanto al momento del alta: permitir que la mujeres juzguen cuando es el momento para volver a su hogar.
  • Asegurarse que exista una situación familiar adecuada y sostenedora luego del alta, si ésta no existiera realizar los arreglos necesarios para un seguimiento intensivo.
  • Facilitar contactos en la comunidad y fuentes de soporte local para todas las mujeres.
  • Incorporar las percepciones de las mujeres y sus parejas acerca de los cuidados, como parte de un procedimiento estándar para el cuidado efectivo y apropiado.

Planificación Familiar

  • Asegurarse de brindar consejos acerca de la planificación familiar antes del alta.

Beneficios de la Lactancia Materna - Vídeo "Tributo a la lactancia materna"




La leche materna es el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo recién nacido. No solo considerando su composición sino también en el aspecto emocional ya que el vínculo afectivo que se establece entre una madre y su bebé amamantado constituye una experiencia especial, singular e intensa.

Existen sólidas bases científicas que demuestran que la lactancia materna es beneficiosa para el niño, para la madre y para la sociedad, en todos los países del mundo.

La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los primeros meses de la vida. Protege al niño frente a muchas enfermedades tales como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, meningitis, infecciones de orina, enterocolitis necrotizante o síndrome de muerte súbita del lactante, mientras el bebé está siendo amamantado; pero también le protege de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad, enfermedades inmunitarias como la diabetes, la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa y arterioesclerosis o infarto de miocardio en la edad adulta y favorece el desarrollo intelectual.

Los beneficios de la lactancia materna también se extienden a la madre. Las mujeres que amamantan pierden el peso ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezcan anemia tras el parto, también tienen menos riesgo de hipertensión y depresión postparto. La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos.

Desde otro punto de vista, la leche materna es un alimento ecológico puesto que no necesita fabricarse, envasarse ni transportarse con lo que se ahorra energía y se evita contaminación del medio ambiente. Y también es económica para la familia. Además, debido a la menor incidencia de enfermedades, los niños amamantados ocasionan menos gasto a sus familias y a la sociedad en medicamentos y utilización de Servicios Sanitarios y originan menos pérdidas por absentismo laboral de sus padres.

Por todas estas razones y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría recomienda la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de la vida del niño y continuar el amamantamiento junto con las comidas complementarias adecuadas hasta los 2 años de edad o más."

http://www.aeped.es/lactanciamaterna/index.htm

Para consulta de medicamentos permitidos o perjudiciales durante la lactancia:
http://www.e-lactancia.org/

Swiss ball - Gimnasia con balones de estabilidad

La pelota como herramienta

Las pelotas inflables usadas en esferodinamia, pueden ser un elemento simple y efectivo para ejercitarse diariamente en casa y en el trabajo.

Sentada en una de estas esferas, frente a un escritorio o una mesa, las caderas quedan más altas que las rodillas y la pelvis se coloca en una posición que facilita la acomodación del bebé en la posición óptima para el nacimiento.

La elasticidad de las pelotas absorbe el impacto del peso, previniendo o aliviando los dolores de espalda. Al ser inestables por su forma, estimulan el tono muscular para mantener alineada la columna y el cuerpo en equilibrio, ejercitando una postura favorable también para la época de lactancia.

Haciendo pequeños movimientos de rotación se moviliza la pelvis y la cintura, aliviando la tensión lumbar y de las articulaciones sacroilíacas. Al estar sentada sobre la pelota, se pueden practicar fácilmente los ejercicios de contracción y relajación del piso pelviano.

El periné o diafragma pelviano es una de las zonas que más atención requieren en la mujer embarazada ya que tener control conciente de estos músculos ayudará a su relajación en el período expulsivo del parto y a una buena recuperación de su tonicidad en el puerperio.

Descansar el peso de la columna sobre estos balones en cualquier posición , incluso ventral ya que la blandura varía inflándolos con más o menos aire, es una excelente forma de relajación y ayuda a practicar distintos tipos o "alturas" de respiración, tema de vital importancia durante todo el trabajo de parto

Para las mamás que deben permanecer muchas horas sentadas por su trabajo, es de gran ayuda reemplazar las sillas por estas pelotas inflables que por su forma y elasticidad evitan la compresión de las venas de miembros inferiores, lo que aumenta el confort y disminuye las complicaciones vasculares por éstasis venoso.

En el trabajo de parto

Durante el trabajo de parto permanecer sentada sobre esta pelota es mucho más cómodo que usar un asiento duro, la cama o el suelo, permitiendo moverse o cambiar de posición más fácilmente, irguiéndose o reclinándose hacia adelante, buscando un apoyo para brazos y cabeza mientras la gravedad favorece el descenso del bebé y el flujo de sangre hacia la placenta, para su óptima oxigenación. Al no tener respaldo permite que se pueda masajear la espalda y la cintura, lo cual ayuda a la relajación entre las contracciones durante el período de dilatación del trabajo de parto.

Ejemplos de Ejecicios
http://www.comadronas.org/swissball02.php

Ejercicios prácticos de Yoga prenatal


La práctica del yoga durante esta etapa tan especial en tu vida te ayuda a ser más consciente de estos cambios, a sentirlos, comprenderlos y vivirlos en su plenitud.

Las asanas (posturas) modificadas para cada periodo de la gestación te hacen conectar con tu cuerpo. Es una ayuda inestimable para soltar tensión física en los músculos y articulaciones, pero también para liberar emociones y ayudarte a sentirte libre de inhibiciones.

El momento del día que eliges para practicar yoga es un momento de pausa. Es un momento de conexión única entre tú y tu bebé, sintiendo cómo tu cuerpo cambia día a día. Es, sobre todo, una oportunidad única para ser absolutamente consciente de tu respiración. De tu respiración natural. A través de la respiración conectas con tu propio cuerpo, pero también con tu bebé, que se mece rítmicamente con cada ciclo respiratorio. Una mala postura, una actitud corporal inadecuada, tensión en la parte alta de tu cuerpo, el estrés, las preocupaciones, comprometen, sin duda, el ritmo natural de la respiración.

La práctica frecuente del yoga durante el embarazo (es mejor practicar todos los días 15 minutos que una vez por semana 1 hora) te hace consciente de tu cuerpo y te prepara para el día del parto.

PRIMER TRIMESTRE (si tomamos como referencia el primer día de la última regla y hasta la semana 12-14)

Durante el primer trimestre no está recomendado el inicio de ninguna actividad nueva. Tu cuerpo está funcionando intensamente para adaptarse al desarrollo del embrión y de la placenta. En este periodo se realiza la implantación, se produce la diferenciación del tejido fetal y un desarrollo neurológico. Es un momento extremadamente delicado.

En este primer trimestre en general te sientes más cansada y es posible que aparezcan náuseas y vómitos. Ahora bien, si has practicado yoga en los meses previos al embarazo y te encuentras bien, no hay motivo alguno para interrumpir la práctica del yoga.

Una buena conciencia de tu postura va ayudar a que a medida que el bebé vaya creciendo en tu interior, tu cuerpo se vaya adaptando sin dificultad a todos los cambios que van ocurriendo.

Postura del zapatero (Badha Konasana)
Postura del gato
Movimientos circulares de la pelvis
Poniéndose de pie durante el embarazo
Torsión en silla (Bharadvajasana)
Piernas en pared
Relajación final (Savasana con silla)

SEGUNDO TRIMESTRE(desde la semana 12-14 y hasta 24-25)

Durante este trimestre, los malestares como las naúseas, los vómitos y la sensación de cansancio, probablemente ya han desaparecido. Es un momento muy especial donde empiezas a notar el movimiento del bebé, donde empieza a ser visible tu cambio físico y donde, probablemente, te sientas con más energía.

Puedes ir incorporando en tu práctica asanas (posturas) más elaboradas. Una buena postura mantenida durante el embarazo ayuda a evitar malestares como la ciática, cuya aparición es tan frecuente en este trimestre. Los ligamentos redondos, que unen el útero al pubis, comienzan alargarse a medida que el útero va creciendo, produciendo en muchas ocasiones tirones, que pueden llegar a ser dolorosos a ambos lados del útero por su zona más baja y externa.

Algunas de estas asana (posturas) ayudan aliviar la tensión de los ligamentos redondos. A medida que el bebé crece, el sistema digestivo se ve desplazado hacia los lados y hacia arriba del cuerpo, de manera que podrían comenzar molestias intestinales como los gases que se sentirían hacia los costados del cuerpo debido al desplazamiento. A través de ciertas asanas (posturas) se va creando espacio interno, que podría ayudar aliviar las molestias digestivas. Durante el embarazo el volumen sanguíneo aumenta, llegando a ser, al final del embarazo del 40%-50% más que el volumen normal. Esto podría acarrear sensación de pesadez en las piernas y la aparición de varices. Con la práctica frecuente de las asanas (posturas), la circulación sanguínea se ve estimulada permitiendo un retorno más fluido.

Postura del zapatero (Badha Konasana)
Postura del gato
Torsión en el suelo
Postura del embrión (Yoga Mudrásana)
Movimientos circulares de la pelvis
Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana)
Saludos a la vida
Poniéndose de pie durante el embarazo
Postura de cuclillas
Torsión en silla
Media extensión (Ardha Uttanasana)
Piernas en pared
Relajación final (Savasana: a partir de este trimestre se recomienda sobre el costado, preferiblemente sobre el lado izquierdo)

TERCER TRIMESTRE (desde la semana 25 y hasta el nacimiento del bebé)

Durante este periodo el movimiento del bebé es muy frecuente. Reacciona a diferentes estímulos y observarás que tiende a moverse más cuando tú estás quieta y tranquila….por la noche. Dormir toda la noche comienza a ser difícil. El peso del bebé sobre la vejiga hace que tengas ganas de orinar con mayor frecuencia. Tumbarse boca arriba no es lo más cómodo. Sin que necesariamente sepas el motivo tu cuerpo tiende a cambiar de postura cada momento. Esto contribuye a que no se vea interrumpido (por compresión de la vena cava inferior) el aporte de oxígeno a tu bebé.

Postura del zapatero (Badha Konasana)
Postura del gato
Torsión sobre rodillas
Postura del embrión (Yoga Mudrásana)
Movimientos circulares de la pelvis
Postura del perro boca abajo
Saludos a la vida
Poniéndose de pie durante el embarazo
Postura de cuclillas
Torsión con silla (Bharadvajasana)
Media extensión hacia delante (Ardha Uttanasana)
Relajación final (Savasana, lado izquierdo)


DESCRIPCION DE LAS POSTURAS

Materiales: esterilla, silla, pelota, cojines y mantas

1. Postura del zapatero; Badha Konasana
Coloca dos mantas pegadas a la pared y siéntate sobre ellas con las plantas de los pies juntas. Coloca un cojín (o mayor altura) debajo de cada rodilla, como soporte, aunque las rodillas te lleguen al suelo.
Las hormonas durante el embarazo hacen que tus tendones y ligamentos esté más flexibles de lo normal y lo mejor es no sobre-extenderlos.
Comprueba que las nalgas tocan la pared y tus hombros también. La cabeza sólo toca la pared si tu garganta no se tensa. Extiende suavemente la piel del rostro. Lleva las manos encima del bebé y siente tu respiración natural. Como el abdomen se expande con cada inhalación y como con cada exhalación el abdomen se relaja. Observa, sin intervenir, este ritmo natural durante unos cuantos ciclos y cuando te sientas cómoda comienza a realizar la exhalación por la boca, entreabriendo ligeramente los labios como si fueras a soplar suavemente una vela. La garganta se afloja y el suelo pélvico se mueve con mayor fluidez. Sí, existe una relación entre el diafragma pélvico y lo que llamamos el “diafragma vocal” a través del diafragma abdominal. Por eso, el sonido es tan importante, realiza las exhalaciones soltando un suspiro (Aaahhh). Es una forma de alargar tu exhalación sin tener que pensar. Cierra los ojos y tómate tu tiempo.
ADVERTENCIA: Si padeces dolor en la sínfisis del pubis, en lugar de juntar las plantas de los pies, puedes practicar la respiración con las piernas extendidas.

2. Postura del gato

Colócate sobre las rodillas (con una manta como soporte) y las palmas de las manos. Comprueba que tus manos están separadas el ancho de los hombros con todos los dedos bien abiertos y que tus rodillas están a la anchura de las caderas, columna en posición neutral. Pon especial atención para no hundirte en la región lumbar, y evitar así sobre arquear.

Con la exhalación lleva la barbilla al pecho y el bebé hacia la espalda y con la inhalación alarga la columna vértebra a vértebra y mira hacia delante. Repite estos movimientos varias veces coordinándolos con la respiración. Esta postura ayuda a aliviar tensión en la zona baja de la espalda (región lumbar) a la vez que moviliza cada segmento de la misma.

ADVERTENCIA: Si te molestan las muñecas, apóyate sobre los nudillos haciendo un puño con las manos o apoya los antebrazos en el suelo.

3. Torsión sobre rodillas

Colócate sobre las rodillas y palmas de las manos, posición neutral. Lleva los dedos de la mano derecha hacia la izquierda, girando la muñeca y desliza el brazo izquierdo por debajo hasta que la mejilla y el hombro toquen el suelo. Observa la respiración en el costado izquierdo. Repite lo mismo del otro lado. Observa la respiración en el costado derecho.Date tiempo para acostumbrarte a esta postura. El crecimiento del bebé va desplazando los intestinos hacia los costados del cuerpo. Las torsiones ayudan a crear espacio y podrían mejorar la digestión.

4. El embrión: Yoga Mudrásana

Colócate sobre las rodillas y las palmas de las manos, posición neutra. Junta los dedos gordos de los pies, separa un poco más las rodillas y pliégate hacia atrás llevándote las nalgas hacia los talones. Coloca la frente o la mejilla en el suelo, o bien si no te sientes cómoda sube la altura de la cabeza apoyándote sobre unos cojines. Es una postura excelente con a una pelota. Observa la respiración en toda la parte posterior de tu cuerpo. Es una postura especialmente buena para aliviar dolores de ciática.

ADVERTENCIA: si te molestasen los empeines coloca una manta debajo de ellos y si te molestasen las rodillas coloca una manta o cojín entre las nalgas y los gemelos.

5. Movimientos circulares de la pelvis

Colócate sobre las rodillas (con una manto bajo ellas como soporte) y apoya los antebrazos en el suelo entrelazando los dedos. Suelta la cabeza. Lleva la atención a tu cuerpo desde el ombligo hacia las nalgas y comienza hacer movimientos circulares. Como si dibujaras un círculo con tu ombligo. Observa como se mueve tu pelvis en todas sus direcciones. Conócete a ti misma.

En esta postura puedes sentir claramente la libertad de movilidad entre el pubis y el sacro, esencial para el nacimiento del bebé. Movilidad que se ve impedida en su casi totalidad cuando te tumbas boca arriba para el nacimiento. Además la vena cava inferior podría verse comprometida y con ella el aporte de oxígeno a tu bebé. Por ello, fisiológicamente no es una postura en absoluto recomendada para el nacimiento del bebé.

6. Postura del perro boca abajo: Adho mukha svanasana

Colócate sobre las rodillas y las palmas de las manos. Asegúrate que separas bien los dedos de las manos. Gira los brazos hacia fuera sin girar las muñecas. Empujando con las manos, levanta las nalgas y lleva la columna hacia arriba y hacia atrás, como si llevaras el bebé hacia los muslos. Mantén la primera vez las rodillas ligeramente flexionadas para darle la máxima extensión a la columna. Pies paralelos. Suelta la cabeza. Es como formar la letra v invertida. No mantengas mucho tiempo. Finaliza doblando rodillas y plegándote a la postura del embrión, en la variedad que sea más cómoda para ti.

Repite una segunda vez y sólo si la columna se mantiene larga comienza a estirar las rodillas y a bajar ligeramente los talones hacia el suelo. Pies paralelos. No tenses el vientre ni la garganta. Respira de forma natural. Descansa en la postura del embrión y observa como te sientes. Esta postura alarga completamente la columna, creando espacio entre cada vértebra, a la vez que fortalece brazos y piernas.

ADVERTENCIAS: Si te mareas, prueba a entrar y salir más despacio. Si aún así sientes malestar no practiques esta asana y busca la ayuda de un profesor especializado.

7. Saludos a la vida

Esta es una secuencia de movimientos coordinados con la respiración. Ayudan a centrar tu atención en los días que te sientas más agitada.

Comienza sobre tus rodillas (con una manto debajo como soporte) y con las palmas a la altura del pecho. Observa tu respiración.
Inspira, levanta los brazos. Palmas paralelas. Mira hacia arriba.
Espira, lleva la barbilla hacia el pecho.
Inspira, abre los brazos en cruz. Codos estirados. Flexiona las muñecas separando los dedos. Mira al frente.
Espira, dedos de las manos hacia abajo, barbilla al pecho.
Inspira , junta los codos y las manos a la altura del pecho.
Espira, te sientas sobre los talones y redondeas la espalda.
Inspira, abre los brazos con los codos doblados separando los dedos de las manos, extiende la columna, sin sobre arquear en la zona lumbar.
Espira, desciende los codos a ambos lados del cuerpo. Lleva las palmas a la altura del pecho.
Realiza esta secuencia tantas veces como quieras. Una vez que te la sepas, intenta practicarla con los ojos cerrados. Te resultará muy gratificante.

8. Poniéndote de pie durante el embarazo

Colócate sentada sobre las rodillas, incorpora el tronco, adelanta una pierna colocando las manos sobre las rodillas. Siente la planta del pie en el suelo. Pliega los dedos de los pies, del pie de atrás, en el suelo. Y, vigilando que los hombros no se suban hacia las orejas, empuja con el pie frontal y mantén la columna larga. Incorpórate. Coloca los pies paralelos y observa tu respiración. Incorporarse de forma correcta durante el embarazo ayuda a mantener la columna sana y no crear tensión en la zona lumbar.

9. Postura de cuclillas

Coloca una pila de mantas dobladas pegadas a la pared. Colócate contra la pared, apoyando las nalgas y la espalda. Los talones están separados de la pared y los dedos de los pies ligeramente orientados hacia fuera. Junta las palmas a la altura del pecho. Observa tu respiración. Deslízate por la pared, doblando las rodillas hasta que te puedas sentar cómodamente.

Lleva la atención hacia tu bebé a través de tu respiración. Relaja tus labios. Es una postura para sentir con mayor claridad el suelo pélvico. Si te sientes bien en ella, es una postura excelente para el parto, ya que la gravedad se convierte en tu aliada.

ADVERTENCIA: No practiques esta postura si no te sientes bien en ella. No es recomendable practicarla si sufres de hemorroides o varices en la vulva.

Es muy agradable realizar esta postura sobre una pelota. Para salir, lleva las manos hacia el suelo, comienza a estirar lentamente las piernas llevando la barbilla al pecho hasta que puedas apoyar los talones en el suelo. Lleva una mano hacia un muslo y la otra hacia el otro y comienza a desenroscarte vértebra a vértebra, hasta que estés completamente incorporada.

ADVERTENCIA: Muévete despacio para no marearte.

10. Torsión con silla: Bharadvajasana

Siéntate sobre una silla con el lado derecho de tu cuerpo hacia el respaldo. Pies separados, rodillas separadas. Agarra el respaldo con las dos manos. Con ligera ayuda de las manos comienza a girar suavemente hacia la derecha. Sin tensar el vientre, para no poner presión sobre el bebé. Es como si girases de ombligo hacia arriba. Mira por encima del hombro derecho. Sal suavemente y gira hacia el otro lado.

Las torsiones son especialmente buenas para el sistema digestivo, ya que como decíamos en la torsión del suelo, los intestinos se ven desplazados a los costados del cuerpo a medida que el bebé crece.

ADVERTENCIA: Al sentarte, siente el peso de tu cuerpo distribuido de forma homogénea sobre las dos nalgas. Ten cuidado de no sobre arquear demasiado en la zona lumbar (INCORRECTO). Lleva ligeramente el bebé hacia la espalda, antes de comenzar la torsión. (CORRECTO)

11. Media extensión hacia delante: Ardha Uttanasana

Coloca el talón de las manos sobre el respaldo de la silla. Dedos extendidos hacia delante. Camina hacia atrás. Separa los pies la anchura de las caderas. Pies paralelos. Extiende la columna hacia delante y hacia atrás de forma simultánea, con los codos estirados, vigilando que tengas espacio entre las orejas y los hombros. Observa la respiración en el espacio entre omóplatos y en los costados del cuerpo. Con esta postura la columna se extiende, las piernas se fortalecen y se crea mayor espacio intercostal que favorece el fluir de la respiración. Excelente después de las torsiones.

ADVERTENCIA: Si sientes que no puedes extender la columna completamente, mantén los pies paralelos y flexiona ligeramente las rodillas. Para salir, dobla las rodillas, levanta la mirada, comienza lentamente a caminar hacia delante hasta que estés totalmente incorporada.

12. Piernas en pared.

Para entrar colócate sentada con el lado derecho del cuerpo pegado a la pared. Reclínate hacia el suelo de costado. Lleva las piernas a la pared. Coloca las manos encima del abdomen y lleva la atención hacia el bebé.

Esta asana invertida es excelente para darle un descanso a las piernas, y por tanto al sistema circulatorio. Además se retira peso de la zona baja del abdomen, relajando así la posible tensión de los ligamentos redondos.

ADVERTENCIAS: No realizar esta asana si en cualquier momento sientes que te falta la respiración ó te mareas. Lentamente te giras hacia el lado izquierdo y sin movimientos bruscos te incorporas. Como cualquier asana sólo sirve si te sienta bien.

Si los pies se adormecen, ó se siente sensación de hormigueo, cruza el pie derecho sobre el izquierdo y dobla las rodillas acercándolas a la pared. Estira las piernas de nuevo y cambia el cruce de los pies.

Para salir dobla las rodillas, ligeramente separadas, colocando las plantas de los pies en la pared, te giras hacia la izquierda y sin prisa te incorporas. Observa como te sientes.

13. Relajación final (Savasana)

Baja la intensidad de la luz. Colócate tumbada sobre el lado izquierdo, en una postura que te resulte cómoda. Utiliza todas las mantas que sean necesarias. Cúbrete, ya que la temperatura corporal desciende. Cierra los ojos. Visualiza a tu bebé en tu interior. No tengas prisa.

OBSERVACIÓN: Se recomienda el lado izquierdo para no comprometer el retorno sanguíneo de la vena cava inferior. Pero, si en general te sientes mejor sobre el lado derecho, escucha tu cuerpo. Sabe mucho.

Si tuvieras molestias en la espalda, ciática, dolor lumbar o sensación de carga en las dorsales (región situada entre los omóplatos) practica la relajación con las piernas colocadas sobre una silla. Para entrar utiliza los mismos principios que cuando ponía las piernas en pared.

ADVERTENCIA: esta modalidad no está recomendada para el último trimestre de gestación para no comprometer el retorno sanguíneo. Pero, como indicaba anteriormente, escucha a tu cuerpo, si te sientes bien en ella ¿Por qué no hacerla?

Cuando se practica el Yoga en el post-parto es conveniente centrarse más en la respiración y la relajación durante por lo menos los dos meses que siguen al nacimiento del bebé. A partir del tercer mes empezamos a hacer Ásanas para recuperar el cinturón abdominal y fortalecer los músculos del suelo pélvico. Las técnicas del Yoga actúan directamente sobre el Sistema Nervioso Central que se divide en dos ramas, el Simpático y el Parasimpático.

Hipnonacimiento

Terapias naturales durante el embarazo, parto y posparto

REFLEXOLOGÍA PODAL

El embarazo es un momento de cambios e ilusiones para la futura madre. A medida que pasan las semanas desde que se produce la concepción, su cuerpo sufrirá modificaciones para ir adaptándose a las necesidades de la nueva vida que se halla en su interior. Es frecuente que se produzcan dolencias o síntomas, pero es poco recomendable la ingesta de medicamentos que pueda perjudicar al desarrollo del niño. Muchas de ellas mejoran con la reflexología:

- Naúseas y vómitos
- Ansiedad
- Insomnio
- Estreñimiento
- Dolor de espalda
- Diabetes gestacional
- Hinchazón en las extremidades(edema)
- Problemas para orinar

Con la reflexología también se prepara al organismo para el momento del parto, que, llegado el momento, ayudará a que produzca todo lo que la madre necesita y que el trabajo del parto pueda desarrollarse de manera natural y consciente, como la experiencia más maravillosa que una mujer puede tener.

Para más información:
http://maternityreflexology.net

HOMEOPATÍA

Los factores psíquicos como "los miedos, las distintas presiones y dominaciones de toda clase, los trastornos graves consecuentes del abandono, los desprecios, la ansiedad, el estrés, las mujeres que no reciben apoyo por parte de su pareja, amigos o familiares, la identificación errónea del papel de madre, las creencias negativas acerca del parto, las consecuencias de maltratos, de violaciones, etc…," a menudo dejan prever partos donde la intervención obstétrica, desde la cesárea hasta un aumento del uso de oxitocina o la inducción del parto, se hará necesaria.

Cuando las mujeres que tienen graves conflictos emocionales respecto a la maternidad, no resuelven antes de su embarazo estos problemas, sus conflictos pueden exacerbarse durante y después del parto y provocar unas crisis emocionales graves. El principal factor causal de estos problemas es que el embarazo no sea deseado o esté demasiado planeado o también, que por una razón u otra, estas mujeres fueron obligadas a ser madres.

Recorrer este camino no es nada fácil y aún menos cuando una mujer está embarazada y va a dar a luz. Así, en el momento de la dilatación, la mujer que sufre de vaginismo, tendrá más dificultad a dilatar, no porque hay algo que no "funciona" en su cuerpo, sino porque inconscientemente, existe un bloqueo psíquico. Dar a luz es, por decirlo así, una "penetración invertida" en el momento de la salida del bebé. Ya sea durante el acto sexual o durante el parto, la vagina debe "abrirse" y "dilatarse" para dejar paso al "otro". En resumen, si el embarazo y el parto son o deberían ser momentos privilegiados en la vida de una mujer, también pueden desvelar una problemática íntima y dolorosa como lo es el vaginismo y, ¿por qué ocultarlo?, actitudes bastante egoístas.

Además existen otros factores más sutiles que son necesarios de entender con el fin de conseguir un tratamiento homeopático exitoso. Se trata de los "antecedentes y bloqueos ocasionales", que no detallaremos aquí y que deben entenderse como unas "obstrucciones al tratamiento" que actúan de manera indirecta.Una vez que se ha efectuado la consulta homeopática, destacando la historia medical de la futura madre y sus síntomas con sus modalidades y después de su repertorización, se puede prescribir la homeopatía o medicamento homeopático adecuado.

Durante el embarazo

Todos los malestares digestivos del primer trimestre (vómitos, nauseas, cólicos, hipersialorrea, flatulencia, hipo, eructos, etc…).
Las hemorragias y la prevención de los abortos espontáneos.
Los trastornos psíquicos (tristeza, depresión, cansancio extremo, etc…).
Los problemas urinarios (cistitis, albuminuria, etc……)
Los problemas respiratorios (disnea o dificultad para respirar).
Los dolores de espalda durante el embarazo.
Los dolores de dientes en mujeres preñadas.
Los trastornos circulatorios venosos típicos del embarazo.
Los movimientos del feto cuando provocan dolores o despiertan a la madre.
La mala posición del feto en los últimos meses (cuando "no se da la vuelta").

Homeopatía y prevención en el parto

Prevenir las hemorragias y/o disminuir el sangramiento.
Preparación al parto.
Para deshacer la aprensión.
Para aliviar los dolores tanto de falso parto como de parto.
Para facilitar la dilatación.
Para deshacer la rigidez del cuello uterino.

El post parto

Retención de la placenta y dificultad de expulsar los loquios.
Hemorragias del posparto.
Para facilitar la cicatrización después de una cesárea o una episiotomía.
Retención de orina.
Manía posparto (trastorno psíquico).
Fiebre puerperal.
El baby blues.

Lactancia y homeopatía

Problemas mamarios (grietas, mamitis, mastitis abscesos, etc…).Falta de leche o leche demasiado abundante.

Homeopatía y cuidado del recién nacido

Cuando ha nacido cianótico o en estado de colapso.
Cuando hay mucosidades que obstruyen la respiración.
Cuando hay completa insensibilidad.
Elongación, deformación de la cabeza debida a un parto difícil o a los fórceps.
Hernia del ombligo o de la ingle.
Escaldaduras del beb.
Cólicos.
Vómitos de leche.

Existen muchos remedios homeopáticos para los problemas del embarazo con una eficacia tremenda, comprobada por la experiencia clínica. Pero nunca hay específicos o genéricos… Siempre se debe buscar el remedio en adecuación con el cuadro clínico. Así, por ejemplo, Caulophyllum puede ser de gran ayuda por una parturienta mientras por otra, la medicina homeopática unicista recomendará Pulsatilla o Cimifuga…

Autor: Dr. Patrick’s O’Nolan
Médico Homeópata

Criar con AMOR - El concepto del continuum


El concepto del continuum se basa en la idea de que para conseguir el desarrollo físico, mental y emocional óptimo, los seres humanos, especialmente los bebés, necesitan el tipo de experiencia a la que nuestra especie se ha ido adaptando durante el largo proceso de nuestra evolución. Para un niño, esto incluye experiencias como:
  • Contacto físico constante con su madre (o algún otro cuidador) desde el nacimiento.
  • Dormir en la cama de sus padres, en constante contacto físico, hasta que la abandona por propia voluntad (habitualmente hacia los dos años).
  • Amamantar a demanda, respondiendo a las señales que emita el bebé con su cuerpo.
  • Ser cargado constantemente en brazos o de otra manera (pero siempre en contacto con alguien, normalmente su madre), y que pueda observar (o alimentarse o dormir) mientras la persona porteadora hace sus quehaceres habituales, hasta que el bebé empieza a desplazarse por su propio instinto, arrastrándose o gateando, normalmente a los seis u ocho meses.
  • Hacer que los cuidadores respondan inmediatamente a las señales del bebé (lloros, quejidos, etc.), sin juzgarlo ni obviar sus necesidades, y sin convertirlo en el centro constante de atención.
  • Sentir (y satisfacer) sus expectativas de que se trata de un ser social y cooperativo por naturaleza, de sus fuertes instintos de autoconservación, y de que es bien recibido y útil.

En contraste, un bebé sujeto a las prácticas de nacimiento y cuidados de la sociedad occidental normalmente experimenta lo siguiente:

  • Separación traumática de su madre debido a intervenciones médicas e internamiento en nidos, en aislamiento físico, excepto por el sonido de otros recién nacidos llorando.
  • En casa, durmiendo a solas, aislado, a menudo “dejado que llore para que aprenda a dormir”.
  • Alimentación con horarios, usando el chupete o ignorando los impulsos naturales de necesidad de alimento.
  • Excluido y separado de las actividades normales de un adulto, relegado durante horas en una guardería, cuna o corralito siendo inadecuadamente estimulado por juguetes y otros objetos inanimados.
  • Cuidadores que a menudo ignoran, desalientan, desprecian o incluso agreden al bebé cuando llora o muestra de alguna manera sus necesidades; o que, por el contrario, responden con excesivo cuidado y ansiedad, convirtiéndolo en el centro de atención.

El bebé nota (y debe conformarse) que las expectativas de sus cuidadores son que él no es capaz de cuidarse a sí mismo, es antisocial por naturaleza y no puede aprender el comportamiento correcto sin estrictos controles, amenazas y una serie de “técnicas educativas” que minan su proceso de aprendizaje exquisitamente evolucionado.

La evolución no ha preparado al bebé humano para este tipo de experiencia. Él no puede entender porque sus lloros desesperados para cumplir con sus expectativas innatas no se ven satisfechos. Es entonces cuando desarrolla una sensación de estar equivocado y de vergüenza sobre sí mismo y sus deseos. Si, por lo contrario, sus expectativas de continuum son satisfechas, especialmente al principio y con más variación a medida que crece, exhibirá un estado natural de confianza en sí mismo, de bienestar y satisfacción.

Los bebés cuyas necesidades de continuum han sido satisfechas durante el principio, en la fase de ir en brazos, crecen con mayor autoestima y se convierten en más independientes que aquellos cuyos lloros han sido insatisfechos por miedo a “malcriarlos” o hacerlos demasiado dependientes.



Más información: ASOCIACIÓN CRIAR CON EL CORAZÓN



RED CANGURO: Bebés en brazos, bebés felices

La etapa puerperal

Popularmente se entiende por “puerperio” a los primeros 40 días posteriores al parto. Laura Gutman (1) supone que el término deriva de costumbres antiguas donde la reciente madre quedaba en “cuarentena” cuidada entre mujeres experimentadas sin obligación de mantener relaciones sexuales con el varón. En esas sociedades el puerperio era un tiempo de reposo y de atención exclusiva del recién nacido,
El término “puerperio” muchas veces es remplazado indistintamente por “depresión post-parto” y/o “depresión puerperal”. Esto no es algo demasiado feliz, ya que la palabra “depresión” suele tener una connotación muy negativa y es un estado en el cual se evita caer.

Los primeros días de la mamá con su bebé son especiales, se mezclan sentimientos de intensa alegría y gozo, con total desosiego, agotamiento y angustia. Es un estado de hipersensibilidad necesario para poder conectarnos con nuestro bebé y poder atender sus necesidades e interpretar sus señales. Gracias a este período las mamás podremos comprender a nuestros bebes mejor que nadie. El apoyo y contención, especialmente de nuestra pareja es fundamental, se necesita un sostén afectivo, además de la presencia de alguien que nos remplace en las tareas domésticas y en la atención de hijos mayores. Laura Gutman (1) dice: “...una mujer puérpera no debería estar mucho tiempo sola. Necesita asistencia, compañía y disponibilidad de otra persona que no interfiera ni haga abuso de autoridad, que no juzgue ni se entrometa, pero que esté presente.”

La falta o errada información evita que podemos prepararnos para esta etapa como es necesario, creemos que los primeros días con nuestro bebé serán magníficos, plenos, y al ver que no es así, que estamos tristes de a ratos, que lloramos y no sabemos porqué, nuestra ansiedad aumenta y nos preocupamos...”¿Será esto la famosa depresión post-parto? ¿Entonces tengo depresión?”. La adecuada información quizás nos ayude a entregarnos sin miedo a esas sensaciones, con la certeza de que en algún momento van a pasar y entendiendo que esto no se porque sí. Es como si nuestro mundo afectivo retrocediera en su desarrollo y se infantilizara para estar mas conectada emocionalmente con nuestro bebé. Nos volvemos demandantes de cariño, necesitamos que nos cuiden, que nos mimen, para poder cuidar y mimar a nuestro bebé.

Todos estos cambios emocionales van acompañados de un desorden hormonal importante. El Dr. Jorge Cesar Martínez (2) dice: “En su organismo también se estarán produciendo una serie de modificaciones bioquímicas y hormonales, tendientes a retomar el equilibrio pregestacional y estará usted, en mayor o menor grado, inmersa en ese período llamado depresión puerperal, cuya explicación se encuentra probablemente en todos los cambios fisiológicos, psicológicos y bioquímicos que se están produciendo en su interior.”.

Otro tema importante durante este primer tiempo con nuestro bebe es el reanudamiento de las relaciones sexuales. Muchas veces cuando el obstetra nos da “permiso” para reanudar nuestra vida sexual, nos encontramos con que no tenemos ganas, y ya no tenemos la excusa de la “cuarentena”. Podemos sentir que nuestro cuerpo no responde, pero sobretodo que mental y emocionalmente no estamos preparadas, toda nuestra energía esta puesta en el bebe, como dice Laura Gutman (1) “...el niño está siempre en brazos de su madre, aunque materialmente esté durmiendo en su cuna...”. Es un período en el cual disfrutaremos de otro tipo sexualidad, quizás nueva para la pareja, sin obligación de llegar al orgasmo, con abrazos prolongados, besos tiernos, masajes, miradas, sin penetración obligatoria. Laura Gutman llama a esto “feminizar la sexualidad” y ella incluso lo extiende como necesario durante los primeros 2 años de edad de nuestro hijo ya que es un período de fusión emocional entre la madre y el niño. Creo que el tiempo es algo que depende de cada mujer, pero sí es indispensable que podamos charlar con nuestra pareja sobre estas necesidades quizás distintas a las ya instauradas previamente al nacimiento de nuestro hijo, esta puede ser incluso una excelente oportunidad para descubrir una nueva sexualidad que haga más plena nuestra relación de pareja.


¿Cuál es el rol del padre en estos primeros días?

Actualmente se está empezando a incluir más al padre en el cuidado del recién nacido, hay como una “moda” de que el papá participe cambiando pañales o bañando al bebé. Mas allá de las tareas que desempeñe, la inclusión del padre en esta díada mamá-bebé dependerá del lugar que le de la madre, y esto es no sólo permitiendo atender a su hijo, sino dándole un lugar en su mundo interno como sostenedor y contenedor.

En el caso de nacimientos múltiples la necesidad de incluir al padre se hace más evidente, y eso puede enriquecer mucho el vínculo de ese papá con sus hijos. El sentirse útil y necesitado estimulará su deseo de participar.

Igualmente, considero que los bebes recién nacidos y durante los primeros meses especialmente, necesitan estar mucho con su mamá, conectados física y emocionalmente con ella, nutrirse no sólo de su leche sino de su mundo interno, de su amor, de su cariño. El rol del padre es fundamental, pero más como “surtidor” de amor y cariño para la mamá durante las primeras semanas.

Lic. Eugenia Ordóñez
Psicóloga

Referencias:
(1) GUTMAN, L. “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”, Ed. del Nuevo Extremo, Bs. As., 2003.
(2) MARTINEZ, Dr. J. C. “El increíble universo del recién nacido”, Ed. Lidium, Bs. As., 1989.

"La depresión posparto existe más allá de que se la nombre o no. Y nombrarla ayuda a que sea más fácil de sobrellevar", sostiene Adriana Penerini, psicóloga, especialista en prevención y tratamiento de la depresión posparto, directora de www.bebeabordo.com.ar. "Se habla siempre del lado lindo y perfumado de la maternidad. Pero también existen las ojeras, los pechos agrietados, los sentimientos amorosos y no amorosos. ¿Por qué negarlos?", pregunta.

No está claro por qué estos sentimientos les aparecen a algunas mujeres y a otras no. "Hay mamás que tienen una mayor predisposición emocional a la melancolía, a transitar con más dificultad los cambios, y el posparto trae cambios dramáticos", dice Penerini.